Una boda especial, donde una pareja de guapísimos, me demostraron, que el amor a pesar de que pasen los años, sigue vivo.
SYJ, llevaban juntos como novios, 18 años. Pero de verdad, me admiraba ver con que ternura se miraban y se hablaban.
“S” tenía muy claro lo que quería en su boda: Algo que no pasara desapercibido, pero que tuviera su toque, que la recordaran por especial y diferente, pero sobretodo, que fuera un día divertido.
El día comenzaba pronto para ellos, nosotros ya desde el día anterior nos preocupamos de dejar las cosas listas fuera de improvisaciones.
Amaneció en Avilés un día precioso.
En esta ocasión, la Iglesia era preciosa, San Nicolás de Bari. Si tenéis ocasión de acercaros a Avilés, visitarla, a ella y a su claustro, precioso!!!!
Los novios me encomendaron entre la coordinación de la boda, también la decoración de ella. Y por supuesto, todo guardó relación a una flor y un color: Authurium y azul klein.
Flores Pando otra vez fue la encargada de engalanar todo y del resto de detalles de la boda, entre ellos, el ramo de la novia, una mezcla de Peonías blancas, Hortensias Azules, Fresias blancas, Hypericum Verde. Impresionante ramo.
Los invitados iban llegando, y mis chicas, repartían los misales y abanicos.
Dentro la iglesia, estaba preciosa. Todo a punto para mis novios, SYJ.
El padre que los casaba, Don Alfonso, les dió el gusto de que diseñaran ellos mismos la ceremonia. Asi que nos pusimos manos a la obra y se puede decir que fue una celebración emotiva y especial. Donde sobretodo, los invitados y novios participaron.
Era súper bonito escuchar los aplausos.
La música en este caso, un cuarteto de cuerda de la mano de Tesitura, que también se llevó aplausos, y es que del mismo modo, que se permitió diseñar la ceremonia, no había impedimento para canciones y se pudieron escuchar melodías preciosas.
Y fuera, todo se iba preparando también.
Los ya conocidos calderitos, que todas mis novias adoran!!!! allí estaban para completar la salida de los novios.
Y la sorpresa para los invitados de parte de los novios.
Un mini antiguo presidia el final de los escalones. Mientras sucedía la ceremonia, terminamos de engalanar lo que la novia había empezado el día antes.
Y después de las firmas, mis chicos salieron por la puerta y de verdad, arroz para una paellada enorme, petalos, serpentinas…Estuvieron casi 5 minutos tirándoles de todo!!!
Un duo de gaitas amenizaban el ambiente.
Y después de los besos y los saludos, los novios bajaron las miles de escaleras, y se dirijieron al mini, (que vestido más bonito lleva S, eh?)
Y se fueron, ellos dos solitos, justo lo que querían.
En el Palacio de la Magdalena, les esperaban todos los invitados, los cuales tendrían muchas sorpresas.
No me cansaré de decir que este sitio, a parte de las vistas que tiene, su personal, es muy grande y están abiertos a que detalles y opiniones nuevas entren por la puerta y se queden.
Sólo tenían que ir llegando. El aperitivo tendría un toque especial, sería como S Y J querían, único.
El jueves voy con la segunda parte!!! Una parte donde las sorpresas fueron costantes!!!! Una boda divertida, así fue.
Un beso, Carmen Roma.