Pues sí, Miguel tuvo la suerte de ser el organizador de esta boda.
Y es que a pesar de tener casi 2 años, les montó una fiesta preciosa a sus papis, Mónica y Nando.
Evidentemente, el protagonismo ese día se lo llevó él, no cabe duda, pero daba igual, porque con esa edad nos demostró a los allí presentes, que si hay que guardar las formas, se guardan.
Mónica y Nando querían una boda al aire libre, y éramos muchos los que hicimos que fuera perfecto.
Montamos en el Hotel Las Brisas de Llanes, en su jardín, un pequeño escenario que fuera lo esperado.
Las palmeras allí situadas, y tan arraigadas a esta tierra por los Indianos, fueron las que marcaron todo lo demás.
Unas cortinas de tul y una pequeña lampara presidieron el “altar”
Mónica tenía claro que quería muchas velas, así que yo cumplí ordenes.
Aproveché esta boda, para estrenar unos pies altos de hierro que diseñé y que quedaron monísimos. Daban un toque precioso al ambiente.
La concejala que los casó, preparó una ceremonia preciosa, que incluía la “Ceremonia de la Vela”
Y aunque el día fue anocheciendo más tarde de lo previsto, los novios hicieron el paseo de entrada por un camino de velas…
Mónica en este caso, quiso llevar un vestido con color, un vestido que fuera de novia, pero de novia de Civil como decía ella y escogió un vestido muy original. Mónica, estabas guapísima.
Por cierto, ahí tenéis a Miguel, el prota (guapísimo y buenísimo)
Y anocheció… y todo se convirtió en lo esperado por Mónica y Nando, en un día más romántico si cabe, porque siempre os digo que las ceremonias civiles son más emotivas, pero lo que en esta le dijo Nando a Mónica… no dejó a nadie sin soltar la lagrimilla…
Y en este caso, Miguel volvió a ser protagonista. Él se encargó de organizar también las mesas… ¿Con qué se encontrarían los invitados en la mesa…?
Y todo estaba preparado en el salón para que la gente entrara a cenar, todo precioso, como Bibiana lo prepara para las bodas.
Pero nosotros hicimos algo más en esta boda… ¡¡El jueves desearemos que os guste la segunda parte!!!
Besos a Mónica y Nando y a mi pequeño Miguel, un achuchón con sabor a limón… ¡¡del que pica!!
Carmen Roma