Wedding Planner Asturias

Una boda al lado del mar y en plena Asturias

Pues sí, esas fueron las claves de esta boda. En esta ocasión, fue el Hotel y Restaurante el que me llamó para darle un aire diferente a la boda.
 
Y sinceramente, cuando te encuentras un sitio, donde son todo facilidades, donde lo dejan en tus manos y encima son tan buenas personas, no hay nada que te pueda dejar indiferente.
 
Ellas, las almas del hotel Migal en Llanes, en la Playa de Cue, son dos hermanas que cuidan, cada una en su campo, cada detalle.
Juntas forman un equipo de 10.
 
Bueno, pues en esta ocasión la novia y el novio vivían fuera de Asturias, pero ella tenía mucha familia en Llanes, por eso decidieron hacer la boda allí.
 
Y yo quería dejar claro, que Asturias es mucha Asturias.
 
Así que una vez decidido el tema, me puse a trabajar. No quería que fuera una boda temática, sino una boda con un guiño al mar y la tierra.
Y por supuesto, no podía faltar un bodegón. Me inspiré en los típicos cuadros de bodegones para que no se me olvidara nada. 

También coloqué una pequeña historieta asturiana…
 
En esta ocasión, al ser una boda intima, se decidió prescindir de los típicas minutas de menú, sustituyendo por una pizarra con ello, y se instaló en el bodegón asturiano.
Los aperitivos, en esta ocasión fueron algo rápido, como deseaban los novios, para pasar a comer y disfrutar de la fiesta cuanto antes.
Las mesas del aperitivo lucían todas con sus manzanitas y tonos adecuados.
 
En esta ocasión el protocolo, pues tenia que ser algo asturiano, y nos decidimos por personajes de la mitología asturiana. Escogí los menos malos, porque hay que ver lo que cada uno hace…
 
 Y ya cuando los invitados pasaban al comedor, se encontraban todo repleto de manzanas, velas y paniculata, algo muy coqueto para ese día. También hortensias, estamos en Asturias, no nos olvidemos…
 
Y ya la tarde y la fiesta, la completaba buena música, barra libre y una de nuestras Candy Bar, la cual diseñé siguiendo todo el conjunto.
 
Fue una Candy marinera, en la que no faltó de nada.
 
 
Y solo puedo darle las gracias a las hermanas, Guía y Marga, por ser tan atentas y hacernos sentir tan cómodos.
 
Un sitio precioso para visitar y estar encantados, Hotel Migal.
 
Un beso, 
 
Carmen Roma
Salir de la versión móvil