Y es que cuando una llega a este sitio… no quiere salir de él.
Hoy os quiero hablar del Castillo del Bosque de la Zoreda, y os prometo que hacerlo de una manera objetiva, me cuesta.
Sé que a día de hoy y después de que lleve abierto desde el 2007 las más de 100 parejas que se casan allí al año quedan encantadas de que su día fuera perfecto gracias a la profesionalidad que aquí existe.
Pero me apetece enseñaros y contaros, algo que no se ve desde fuera y que seguro, ninguna de esas parejas percibió.
Cuando una pareja se casa y busca un sitio para celebrar su día, normalmente se fija en si es bonito, si tiene manteles para escoger, color del centro de mesa, y si se come bien, por supuesto.
Pero cuando van con alguien como yo, tienen la suerte de no preocuparse de nada más, porque todo lo demás es algo que no se iban a fijar, pero que acabarían valorando una vez terminada la boda.
La Zoreda, como se le llama, se conoce por todo lo que una novia se fija, pero muy poco por lo que hay detrás.
Cuando ahora como Wedding Planner, una pareja que desea que les busque su sitio de celebración y yo tras un proceso de psicología y sexto sentido con ella (así llaman a la capacidad de dar en el punto de esos novios y que hay que estudiar mucho para acertar) veo que la Zoreda es su sitio, empieza un protocolo de actuación increíble.
¡¡¡Conocer el sitio es básico!!! ¡¡¡pero siempre les enseño la cocina!!! ¿os imagináis? para mi es esencial, no podría hacer la boda en muuuuuuuuchos restaurantes tras haber pasado el umbral del horror o puerta de cocina. Ahí ya los novios empiezan a tener confianza con lo que yo les cuento.
Muchos se quejan de que pueden tener otra boda ese día, pero cuando ven que cada salón tiene su cocina… se les olvida todo.
Los baños, cuidado, porque este es un punto que mucha gente se fija, pero pocos caen en darse cuenta de como es una jabonera… o si hay papel siempre, aquí eso no ocurre, todo es lo que se espera.
Pero lo que más me gusta es contarle a los novios como es el personal que atiende las bodas, su boda, y es que da gusto cuando ves siempre las mismas caras que recuerdas.
Cocineros, un equipo que siempre está al pie del cañón, y con un detalle que me encanta, una persona encargada de los menús especiales que, para los que como yo que soy celíaca, nos parece un detalle único.
Alucinan cuando les digo que hay luz para el aperitivo en caso de que sea de noche, y diréis, ¿luz? pues sí, hay restaurantes que parece que aun no les ha llegado el cableado eléctrico para ello, y ya no hablo de los restaurantes que tienen fluorescentes en su techo para el salón porque los halógenos los tienen fundidos… claro, ¡¡¡de estas cosas los novios no se fijan hasta el día B!!!
Pero es que la Zoreda además, tiene unas habitaciones preciosas, 25 sólo, decoradas cada una de manera única, yo tengo especial cariño a la 108, para mí la más bonita y cómoda. Os aseguro que si la conocéis, pensareis como yo. Aunque su habitación de 4 plantas… no deja indiferente a nadie.
El spa, pequeñito, pero cuco, ¿para que más?
Y ya no sigo contando, porque parece que ¡¡¡me pagan!!! y ya sabéis que odio las comisiones, pero aprovecho para contaros en que me fijo yo cuando escojo un sitio y así poder enseñarles a los novios en que me fijé para decidir que ese era para ellos.
Se que para el año que viene ya tienen mas de 100 bodas reservadas, pero seguro que todavía queda algo libre para el 2015, así que ¡¡¡a por ella!!!
Ya sólo me queda lo que nosotros hemos diseñado para las bodas que tuvimos en el Castillo y deciros, que si le tengo especial cariño es porque yo lo escogí para mi boda, y de aquella me fijaba sólo en lo que tantas novias, pero cuando descubrí lo que se cuece, me reafirmé en la elección.
Espero que os haya gustado mi punto de vista.
Un beso