Como ya os comentamos la semana pasada en nuestro post sobre los vestidos de comunión de Rosa Clará, recordamos con mucho cariño el día de nuestra primera comunión, fue un día muy especial rodeadas de familia y amigos en el que nos sentimos como princesitas. Cuando te invitan a una comunión te surgen dos dilemas: el estilismo y el regalo. Os vamos a mostrar unos regalos que nosotras hubiéramos estado encantadas de abrir.
Las perlas son, bajo mi punto de vista, el pendiente más favorecedor. Los pendientes de perlas de Tous, al tener el osito u otra de sus figuras características, los hacen perfectos para las niñas.
Una pulsera de Tiffany&Co. es como una americana azul marino, es un fondo de armario, siempre será chic. El modelo con el corazón esmaltado, que puede ser en el color propio de Tiffany&Co. o en rosa, es ideal.
Lo que hay que reinventar es el clásico reloj de comunión. La firma Swatch tiene una gran variedad de modelos, algunos muy divertidos, y son cómodos para el uso diario.
Un regalo muy sentimental es un álbum personalizado en el que conservar las fotografías del día de su primera comunión. Este álbum que os enseñamos está hecho a mano por Seda y Papel. Basta con mirarlo para sentir el mimo con el que ha sido creado.
Y no podía faltar una cámara de fotos. A mí en su día me regalaron una y me encantó, y eso que no era tan chuli como las Fujifilm.
Dar con el regalo de comunión perfecto quizás sea algo complejo. Hay que pensar que son niñas y niños de nueve años de edad que enseguida serán adolescentes. Una joya la tendrán siempre, un álbum lo conservarán toda su vida porque es un recuerdo precioso, la cámara la disfrutarán haciéndose fotos con sus amigos,… Lo más importante es conseguir que tengan un recuerdo del día de su primera comunión especial para que así no se les olvide nunca.
Un abrazo, Judith.