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La mantilla es una prenda que, aunque en Asturias no es muy usada, en el resto de España y sobretodo al sur, si se utiliza en las bodas y sobretodo de mano de las madrinas.
Por eso el post de hoy, se lo dedicamos a ellas.
Debo decir, que será utilizada por la madrina en la boda de NYL y sin duda, no pasará desapercibida, pues como os digo, Asturias no se usa mucho.
Seguro que será una madrina digna de ver.
La mantilla española en el siglo XIX adquirió importancia como tocado distinguido entre las señoras, pero fue la Reina española Isabel II la que impulsó su uso,  en los numerosos actos a los que asistía.
En 1.800 la mantilla tomó auge en Madrid, las mujeres la utilizaban muchísimo como rechazo a las costumbres extranjeras y pasó a la historia como “la conspiración de las mantillas”.
Y en Andalucía, donde se empezó a usar como prenda cotidiana, para pasar a ser una imprescindible en Semana Santa, donde cabe destacar que esta tiene que ser negra y se debe acompañar con un traje tambien nergro a media pierna y sin escotes, pues es un momento de luto.
Pues aunque en las bodas no estamos de luto, hay que guardar unos minimos protocolarios, ya que no nos olvidemos que esta prenda no se usa en cualquier tipo de evento y de cualquier forma.
– La mantilla blanca solo la pueden usar la novia.
Si alguna invitada la usa, será porque sean solteras y siempre de color beige o blanco roto. Por supuesto, corta.
– Si una madrina es soltera nunca ha de usar mantilla blanca siempre negra y corta. Aunque, esto realmente es una costumbre, por lo que no se cumple muy a rajatabla.
– Boda de día: Vestido corto y la mantilla nunca deberá pasar el largo de la falda del vestido. La madrina es la única que podrá lucir mantilla con traje largo en una boda de mañana.
Boda de tarde-noche la madrina podrá llevar vestido largo pero con mantilla corta y negra.

– Solo se usará en bodas religiosas y cuando el novio vista chaqué. Por lo que es evidente, que una boda civil, está totalmente fuera de uso.
Y ahora unos pequeños trucos:
Debe hacerse un pequeño moño para tener la base donde poder sujetar de forma segura la peineta.
Una vez que se ha realizado una buena base con un moño, la peineta se sujeta “clavándola” en el moño, con la suficiente sujeción para que pueda aguantar bien la mantilla. La mantilla se sujeta a la peineta por medio unas pequeñas horquillas.
Hay que ajustarla bien al moño y cubrirla de forma correcta y bien equilibrada con la mantilla.
La mantilla debe elegirse de un largo adecuado dependiendo de la estatura de la persona. Por delante, llegará hasta la altura de los brazos, y por detrás, por debajo de la altura de la cadera, es decir, los picos laterales de la mantilla deben estar a la altura de las manos, mientras el tercer pico debe llegar por debajo de las caderas
Para evitar el “vuelo” de la mantilla, es conveniente sujetarla al vestido de forma discreta a los hombros, por medio de unos alfileres.
La manera más cómoda de sujertala será ladear la cabeza y sujetar la mantilla al hombro contrario al lado al que la has inclinado. Luego se hace lo mismo para el otro hombro, para que exista un margen de movimiento. Al agarrarla al vestido, mejor un lado por delante de un hombro y el segundo por detrás.´
Y ya para terminar, el protocolo marca, que la mantilla se ha de quitar justo antes de empezar la celebración, es decir, una vez que empiece la comida o la cena, la madrina ya no lucirá la mantilla y así tendrá libertad para comer tranquila.
Espero que os sirva, y se de alguna que lo leerá con atención!!!!!

Muchos besos!!!


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